hace mas de una hora que no se que es lo que quiero escribir, tengo algo que decirte, pero pero no estoy seguro de lo que es, parece que solo hace un instante estabas estrenando un beso conmigo, entrelazado al silencio de las nueve de la noche, media puesta de sol se mezclaba con tu perfume y el aroma a tinta fresca, apesta a frustracion, es el segundo tomo que escribo de absolutamente nada.
No hay vuelta atras, todo esta equivocado, hasta lo correcto no te funciona, cada dia me siento mas orgulloso de sentirme una persona zen y no tener tantos problemas inventados. Será que jamás fui buen confidente, nunca te inspiré la suficiente confianza. Desde hace ya mucho tiempo que nadie gusta de tener que pensar asi, tanto y con tan poco sentido util, como hago yo. Aparentemente es mas simple atarse un nudo al pensar antes de solucionar cualquier cosa, para hacer una suerte de alarde de problematicas que a cada uno aquejan, y asi dejar que alguien mas las resuelva, quise pedirte perdon un par de veces pero nunca pudiste entender mi forma de querer acomodar las cosas, nunca supiste entenderme porque aparentemente yo era a tu forma de ver las cosas un ente impredecible, aun cuando te anunciara cada cosa que me planteaba hacer, me encantaria saber que queres de mi y asi entender lo que quiero decirte
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